Una catarata es una opacidad del cristalino natural que enfoca la luz que entra al ojo sobre la retina. Esta opacidad puede causar una disminución de la visión y, con el tiempo, puede provocar ceguera si no se trata. Las cataratas suelen desarrollarse de forma lenta e indolora, por lo que la visión y el estilo de vida pueden verse afectados sin que la persona se dé cuenta.

 

¿Por qué se realiza?

La cirugía de cataratas moderna, que consiste en la extracción del cristalino opaco y la implantación de una lente intraocular (LIO) transparente, es el único tratamiento definitivo, no existen tratamientos no quirúrgicos para darle solución a  esta patología.  La cirugía de cataratas es el procedimiento más eficaz y más común que se realiza en toda la medicina y la tasa de éxito general es del 97 % aproximadamente cuando se realiza en entornos adecuados.

Cuando una catarata interfiere en el tratamiento de otro problema ocular, es posible que se recomiende una cirugía. Por ejemplo, se podría  recomendar la cirugía si una catarata hace que al oftalmólogo le resulte difícil examinar la parte posterior del ojo para controlar o tratar otros problemas, como degeneración macular relacionada con la edad o retinopatía diabética.

 

SINTOMAS

Debido a que existe una amplia variedad de tipos de cataratas, existe un amplio espectro de síntomas visuales asociados con los cambios cataratosos.

Estos síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Visión borrosa a distancia o de cerca (diferentes tipos pueden afectar más a la distancia que a la cercanía o viceversa)
  • Deslumbramiento (halos o rayas alrededor de las luces, dificultad para ver en presencia de luces brillantes)
  • Dificultad para ver en situaciones de poca luz (incluida mala visión nocturna)
  • Pérdida de sensibilidad al contraste
  • Pérdida de la capacidad de discernir colores.
  • Aumento de la miopía o cambio en el estado refractivo (incluido el fenómeno de la «segunda visión»)

Como en cualquier cirugía, la cirugía de catarata conlleva riesgos de que se presenten problemas o complicaciones. Estos son algunos de los riesgos: 

  • Infección del ojo.
  • Inflamación persistente en la parte frontal del ojo, o dentro del mismo.
  • Sangrado del ojo.
  • Inflamación de la retina (la capa nerviosa en la parte posterior del ojo).
  • Desprendimiento de retina.
  • Daño en otras partes del ojo.
  • Pérdida de visión.
  • El implante de un lente intraocular puede dislocarse y moverse fuera de su posición e  inclusive en algunos casos es posible que no se pueda implantar lente intraocular.
  • Necesidad de intervenciones adicionales.
  • La cirugía de cataratas no restaura la visión perdida a causa de condiciones oculares como la degeneración macular, el glaucoma, o la retinopatía diabética.

 

 

 ¿Cómo te preparas?

Alimentos y medicamentos

Es posible que te indiquen que no comas ni bebas nada 12 horas antes de la cirugía de cataratas. Es probable que el oftalmólogo también te aconseje que dejes de tomar, por un período corto, cualquier medicamento que pueda aumentar el riesgo de sangrado durante el procedimiento. Infórmale al médico si tomas algún medicamento por problemas de próstata, ya que algunos de estos medicamentos pueden interferir con la cirugía de cataratas.

Es posible que le sean recetadas gotas oculares para uso previo a la cirugía. Estos medicamentos ayudan a evitar infecciones y disminuyen la inflamación durante y después de la cirugía.

Otras precauciones

Generalmente, puedes irte a casa el mismo día de la cirugía. Sin embargo, no podrás conducir, por lo cual debes contar con alguien que te lleve a tu casa. Si es necesario, busca quien te ayude en casa, ya que es posible que por una semana después de la cirugía, el oftalmólogo te limite algunas actividades, como inclinarte y levantar peso.

Lo que puedes esperar antes de la intervención

Su oftalmólogo tomará medidas de su ojo mediante exámenes especializados  para determinar el poder de enfoque adecuado del lente intraocular.

 

A la mayoría de  las personas que se les hace una cirugía de cataratas se les coloca lentes intraoculares. Estas lentes mejoran la visión al enfocar la luz en la parte posterior del ojo.

Hay una variedad de lentes intraoculares disponibles. Antes de la cirugía, tú y tu oftalmólogo analizarán qué tipo de lente intraocular podría ser la mejor para ti y tu estilo de vida. El costo también puede ser un factor, que puede variar según las características del lente elegido.

EL DIA DE LA CIRUGIA.

  • Su ojo será anestesiado con gotas oculares o con una inyección a su alrededor. Es posible que le den un medicamento para ayudarle a relajarse.
  • Estará despierto durante la cirugía. Es posible que vea luz y movimiento durante el procedimiento, pero no verá lo que el médico está haciendo en el ojo.
  • Su cirujano mira a través de un microscopio especial. El crea pequeñas incisiones  cerca del borde de la córnea. El cirujano usa estas incisiones para llegar al cristalino del ojo. Con instrumentos muy pequeños, romperá el cristalino con la catarata y lo retirará. Luego coloca la nueva lente en su lugar.
  • En general, no es necesario que el cirujano haga puntos en las incisiones. Estas incisiones sellan solas. Se le colocará un protector sobre el ojo para protegerlo mientras se recupera de la cirugía.
  • Descansará en una zona de recuperación durante 15–30 minutos. Después, estará listo para irse a casa.

DÍAS O SEMANAS DESPUÉS DE LA CIRUGÍA:

  • Deberá usar gotas para los ojos después de la cirugía. Asegúrese de seguir las instrucciones del médico para usar estas gotas.
  • Evitar que entre agua o jabón directamente en el ojo.
  • No se frote ni presione el ojo. Su oftalmólogo puede pedirle que use gafas o un protector sobre el ojo.
  • Deberá usar un protector ocular mientras duerme.
  • Su oftalmólogo le indicará a partir de cuándo podrá volver a estar activo y a qué nivel inmediatamente después de la cirugía. Le  dirá cuándo puede volver a hacer ejercicio, conducir o realizar otras actividades sin problemas.

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